sábado, 31 de enero de 2015

Colaboración: La fragilidad de los cuerpos de Sergio Olguín

Idioma original: español.
Año de publicación: 2012.
Valoración: Recomendable para el público en general, muy recomendable para amantes del género.

Generalmente prefiero un mal libro a un buen programa de televisión, pero hace un par de años gracias a la caja boba supe de la existencia de Sergio Olguín, periodista argentino que presentaba en sociedad (literaria) su segunda novela, un policial que prometia. Dado lo casual de mi descubrimiento no pude saber como se llama el libro de marras y con los pocos datos que tenía de él decidí resolver el misterio para lograr mi objetivo: leer esa novela lo antes posible. No mucho tiempo después mis pesquisas dieron fruto y La fragilidad de los cuerpos llegaba a mí del modo menos pensado, de la mano de un bibliotecario más terco que yo, así que como todo detective que se precie, he aquí mi crónica.

Buenos Aires. Verónica Rosenthal lleva en su ADN el periodismo y cuando una noticia aparentemente insignificante como el suicidio de un maquinista de la línea Sarmiento y su enigmática carta se atraviesan en su camino, su olfato le dice que algo no está del todo dicho y propone a su jefa, la editora de Nuestro tiempo investigar la historia. Es así como esta treintañera de clase alta se involucra en un mundo marginal, violento, un mundo de hombres duros y peligrosos pero también de niños vulnerables y desprotegidos, porque el suicidio inicial va a conducirla a otras muertes; de cuerpos frágiles e inocentes. Su vida ya no será la misma luego de ese viaje nocturno en el ferrocarril y de ese beso arrebatado nacido de la más carnal de las pasiones y del terror que Verónica vivirá esa noche.

Lucio Valrossa, de tercer generación de maquinistas, casado y padre de dos hijos, será su fuente periodistica, el hilo que la conducirá a la salida de ese laberinto de vagones, porque las vías del tren la llevarán por los caminos de la muerte, lo clandestino, la locura y el amor; Lucio y Verónica sentirán una atracción avasallante y nada podrá impedir que se conviertan en amantes mientras deshacen los nudos de un negocio clandestino que goza jugando con la muerte, y se involucran en juegos sexuales donde el placer y el dolor van de la mano, afianzando y destruyendo una relación destinada a morir desde su nacimiento.

Los niños de la historía juegan un papel fundamental en la trama y sus necesidades económicas los llevan a poner en juego sus vidas, captados por un club de fútbol barrial que con intenciones non sanctas, los hace partícipes de un juego clandestino y macabro del que no todos saldrán ilesos. Afortunadamente para ellos aparecerá en las vidas de Dientes y el Peque "Superchica", que es como ellos llamarán cariñosamente a Verónica para rescatarlos de un futuro negro por su estado de indefensión y marginalidad.

Apuestas clandestinas, muertes de inocentes, marginalidad y complicidad de los poderosos, un hombre atormentado por la culpa y una mujer que solo quería contar una buena historia, tres niños que madurarán de golpe agradeciendo estar vivos, una historia de amor prohibido y oscuro le dan una vuelta de tuerca más que interesante a un policial que de por sí se deja leer de un tirón, imposible abandonar la lectura desde el principio, y agregan condimentos nuevos a un género tan clásico.

La fragilidad de los cuerpos es un planteo crudo y realista de un mundo que no conocemos pero que es muy probable que esté alli, ante los ojos de quien quiera verlo.

Firmado: Roxana Dorado

1 comentario:

Mastrocuervo dijo...

Hola. Leí tres libros de Olguín y todos me han gustado, aunque "La fragilidad..." ha sido mi preferido. "Oscura monótona sangre" también tiene un clima denso y el autor nos lleva a mundos oscuros. Su última obra, "Las extranjeras", donde reaparece Verónica Rosenthal, está muy bien lograda. Creo que es un escritor a seguir.

Hoy descubrí el blog, es muy interesante. Saludos.