martes, 7 de junio de 2016

Tom Holland: Fuego persa

Idioma original: inglés
Título original: Persian Fire
Traducción: Diana Hernández Aldana
Año de publicación: 2.007
Valoración: Recomendable

Si uno se quiere ilustrar sobre las Guerras médicas, lo que procede es acudir a Heródoto. Considerado como el primer historiador en sentido estricto, este caballero fue más o menos coetáneo de los hechos, sobre los que escribió Los nueve libros de la Historia. Nueve, sí. Ah, bueno, que eso ya es demasiado? que nos conformamos con algo un poco más ligero? En ese caso tenemos a Tom Holland.

Holland no es exactamente un historiador, sino un escritor –por lo visto, bastante versátil- que ha publicado relatos sobre hechos históricos de la antigüedad clásica. Fuego persa viene a ser precisamente algo así, una especie de reinterpretación personal del relato de Heródoto, expresada en lenguaje actual y con aportación de otras fuentes bibliográficas, por cierto bastante abundantes. Así que podríamos definirlo como una narración sobre las citadas guerra, asequible, aunque no exenta de rigor histórico.

En principio, se nos muestra a los contendientes. De un lado, el imperio persa, que se configura a partir de una pequeña tribu, y multiplica su poder y sus dominios territoriales a velocidad de vértigo, ocupando desde el Asia central hasta Egipto y el Mediterráneo oriental. Es decir, que se extendía sobre la práctica totalidad de lo que entonces se consideraba el mundo civilizado. 

Por otra parte, las ciudades griegas, una amalgama de minúsculos Estados independientes y a menudo enfrentados entre sí, entre los que destacan Atenas y Esparta. Holland se centra en la historia inmediatamente anterior de estas dos ciudades, con las peculiaridades que las definen: Atenas, cuya democracia nace en condiciones bastante pintorescas, y Esparta, un Estado sobrio y marcial tras la revolución de Licurgo. Es decir, los tópicos que más o menos tenemos interiorizados en la actualidad, expuestos con detalle y claridad.

Como ocurre siempre con los imperios, no pasa mucho tiempo hasta que los persas, espoleados por ciertos desaires de sus hasta entonces poco conocidos vecinos, deciden extender sus límites y someter a los pueblos que se pusiesen por medio, más allá del Egeo. La cuestión se plantea como el gran conflicto entre Oriente y Occidente, del que dependería el devenir del mundo europeo hasta nuestros días. Holland apunta en esa dirección, aunque sin abusar de la tesis ni jugar a historiador ventajista.

La invasión tiene lugar a principios del siglo V a.C., y viene determinada por el desarrollo de las cuatro grandes batallas que más o menos todo el mundo conoce, y cuyos resultados fueron configurando un choque con varias alternativas: 

- Maratón: 1-0 para Grecia, contra pronóstico, de la mano de Milcíades 
- Termópilas: 1-1. Estaba cantado, aun con el momento heroico del pobre Leónidas.
- Salamina: 2-1 para los griegos, gracias a la astucia del tornadizo Temístocles
- Platea: 3-1 definitivo para los helenos. Con algo de suerte, Pausanias deja KO al irreductible Mardonio, con Jerjes ya de vuelta a casa.

Así que Fuego persa es, claro está, un libro de Historia, pero con un muy claro objetivo divulgativo. Como siempre me cuido de decir cuando me refiero a este tipo de textos, doy por correcta la secuencia de hechos que describe el autor, pero también hay que decir que Holland no se corta a la hora de dejar su sello personal. Tirando casi siempre de ironía, desliza con frecuencia valoraciones subjetivas sobre los personajes y sus intenciones, que claramente son de su cosecha, así como toma partido por algunas hipótesis discutidas –todo lo cual tampoco oculta, según se ve en la lectura de las numerosas notas al pie. Quizás el erudito tendrá el relato por poco riguroso o demasiado ligero, pero el lector de a pie agradece el tono narrativo, equilibrado entre lo científico y lo didáctico. 

No se puede negar que a veces a Holland se la va la mano con el aire épico, como también es cierto que hay algunos pasajes algo confusos (en especial, en la parte final); pero el conjunto resulta satisfactorio, y es un buen instrumento para introducirnos en el conocimiento de esta interesante etapa de la Historia. Etapa que, por cierto, en el libro se cierra poco antes del surgimiento del nuevo imperio de Alejandro Magno, cuyas andanzas podríamos seguir a través del trabajo de Mary Renault, de rasgos similares aunque más novelado.

P.D.: En algún lugar he visto que en este libro se inspiró la famosa película ‘300’. En realidad, tengo entendido que la fuente inmediata fue más bien un cómic de Frank Miller, y lo cierto es que –al margen de los excesos artísticos y las licencias históricas que se permite la película-, la batalla de las Termópilas apenas ocupa una pequeña parte del libro, aunque algo de la épica de Holland sí podría concordar vagamente con la versión cinematográfica.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

P.D.: En algún lugar he visto que en este libro se inspiró la famosa película ‘300’. En realidad, tengo entendido que la fuente inmediata fue más bien un cómic de Frank Miller


...y el cómic se inspiró en el sensacinal libro Puertas de fuego de Steven Pressfield (del todo recomendable).


Carlos Andia dijo...

No conocía ese libro. Gracias por el comentario y la aportación.

Saludos.

Anónimo dijo...

Me lo ha recomendado mi mujer .Ella, que si lo ha leido, dice que la película si esta inspirada en este libro.

Gracias por la aportación

Carlos Andia dijo...

Pues hazle caso, la recomendación es buena, no te arrepentirás.

Gracias por el comentario (y perdón por el retraso en contestar).

Delcar dijo...

hola! la segunda parte de 300, la segunda película, está basada en themistocles y artemisa, y al parecer toma gran influencia de este libro