jueves, 1 de junio de 2017

Karl Ove Knausgård: Tiene que llover

Idioma original: Noruego
Título original: Min kamp. Femte bok.
Traducción: Kirsti Baggethun y Asunción Lorenzo
Año de publicación: 2010
Valoración: imprescindible

El quinto volumen de «Mi lucha» nos narra catorce años de la vida del autor, empezando con un joven Knausgård a la edad de diecinueve años, en los días previos a su entrada en la Academia de Escritura. A pesar de la euforia por iniciar sus primeros pasos como escritor, la soledad con la que se encuentra a su llegada a Bergen le causa cierta sensación de desasosiego. En una localidad desconocida, se encuentra perdido en medio de la ciudad y las dudas azotan la aún adolescente personalidad de Karl Ove. Son momentos de desolación, de inquietudes y de incertidumbres. Es la edad de la postadolescencia, esa época donde nos tomamos cada acto, cada decisión, como si fuera la más importante de nuestra vida; como si aquello que elegimos no tuviera vuelta atrás y cada suceso signifique algo irreversible y trascendente. El autor nos lleva a esa época donde las inseguridades afloran en cada elección que escogemos, y tememos que la vida que deseamos se nos escape por no haber tomado las decisiones adecuadas. Una edad donde uno no encuentra su lugar en el mundo y se siente algo perdido pero, a la vez, una edad donde uno se siente capaz de todo a pesar de que las circunstancias te venzan día sí, día también. Son días de flirteo con las mujeres, la música y el alcohol, en una vorágine de euforia hasta que la realidad se encarga de provocar un aterrizaje no siempre deseado.

Superados esos primeros años, el autor sigue su evolución: empieza a leer clásicos, a interesarse en la filosofía y la historia; ya no lee para distraerse sino para descubrir, para enriquecer esa inquietud que ha despertado en su interior en forma de necesidad de conocimiento. Hay mucha literatura en este volumen; nos habla de Hamsun, Proust, Joyce como referencias, pero también menciona Thomas Mann o Stieg Larsson. El autor se empapa de ella para buscar su propio estilo, encontrar el camino hacia una habilidad que sabe que posee pero que no se manifiesta por más que lo intente. Es la edad crítica donde su don tiene que surgir, y el autor no duda en volcarse con ello, a pesar de tener un carácter que no siempre le va a favor. Así, somos testigos de su nacimiento y evolución como escritor, y de las grandes frustraciones evidenciadas tras múltiples rechazos.

Como es habitual, Knausgård sabe cómo describir la cotidianeidad y lo hace de forma que te rodea, te cerca, te sitúa en el centro de la historia y te arrastra hacia dónde quiere, como una espiral con la realidad como destino final. Su narración es envolvente hasta tal punto que te ubica en el centro y te detalla cómo siente, cómo ve, cómo oye para que tú veas su vida con sus propios ojos. Y así, en un acto reflejo,  te implica hasta tal punto que provoca que tú te enfrentes también a tus propias decisiones y revises tu pasado, juzgándote a ti mismo a través de sus experiencias. El autor llena los espacios con tantas partículas de realidad que cuando uno se da cuenta se ve rodeado de ellos y los absorbe, los asimila, los hace propios hasta que forman parte de uno mismo; compartiendo contigo su vida construye un puente sentimental que reduce la distancia entre escritor y lector, haciendo reflotar ciertas partes de uno mismo que, por vergüenza o por olvido, yacen adormecidas en nuestro interior. Enfrentándote a tu propio yo, consigue entrar en tu vida, porque con esa lucha que transmite pone un espejo delante de ti para que tú libres tu propia batalla.

En el que probablemente sea el volumen más duro de los publicados hasta ahora, Knausgård se abre al lector y nos muestra sus inseguridades como persona pero especialmente como escritor. Nos sitúa en su mundo y nos fuerza a que tomemos partido, casi a que lo sometamos a juicio, aún y sabiendo que es probable que no compartamos sus decisiones ni comportamientos. Es honesto en su intención, es valiente en su enfoque y es transparente como el agua de la lluvia del título al exponer su vida en diminutas gotas de realidad que, en pequeñas y constantes dosis, va llenando nuestro subconsciente hasta que consigue formar parte de nuestro propio mundo interior.

En este volumen somos testigos del Knausgård probablemente más descarnado, más crudo, evidenciando más aún la ausencia de florituras o adornos. Hay mucho exceso en este volumen, pero no en detalle sino en impulsividad. Cuando Knausgård lee, arrasa con todo. Cuando bebe, es incontrolable. Cuando ama, le hierve la sangre y se siente fuerte y vulnerable a la vez, con la idea del suicidio asomando tras los pasos en falso. Hay mucha soledad, mucho dolor, mucha agonía y desespero, mucha frustración en su incapacidad para conseguir escribir al nivel que él mismo se exige. Knausgard es exigente e incluso agresivo hacia sí mismo; no se permite los errores, aunque tampoco hace mucho por evitarlos. En una lucha constante contra él mismo, su autoestima muere y renace, de igual forma que su carácter frío se vuelve abierto y desinhibido con el alcohol mientras se hunde al poco tiempo en una resaca de desmoronamiento.

Así, asistimos al volumen que probablemente otorgue más sentido al título de esta magnífica obra: «Mi lucha». Una lucha constante contra él mismo, contra su personalidad, contra su carácter inestable, contra sus flaquezas y debilidades, contra su capacidad narrativa. La lucha del que sabe lo que hay que hacer pero que es imposible que lo consiga sin vencer el propio obstáculo que supone él mismo. La solución y el problema en uno mismo, el principio y el fin de su propio mundo. Y esa soledad, tan buscada por él mismo en múltiples escapadas. Una soledad que le enfronte con su propia obra.

Solo alguien con la destreza de Knausgård puede ser capaz de escribir más tres mil páginas sobre su vida y no únicamente hacer que disfrutes, sino que aún te quedes con ganas de más. Queda ya únicamente un volumen para completar la hexología. Cuando eso ocurra, cuando su obra termine, nos dejará un profundo abismo al que nos asomaremos de vez en cuando, quien sabe si para ver en el fondo la sombra de nosotros mismos.

También de Karl Ove Knausgård en ULAD: La muerte del padre (y su contrareseña aquí), Un hombre enamorado, FinLa importancia de la novela

46 comentarios:

Anónimo dijo...

Tenéis un follón importante en este blog con este pibe. No puede ser que nos lo vendais de Dios para arriba y luego de KarlOveNausea. Solo pido un pelín de objetividad en el modo de hacer las críticas. Graciss

Marc Peig dijo...

Hola anónimo. Planetas un tema interesante. La objetividad en una reseña es difícil de conseguir, probablemente se reduciría a la calidad acerca de cómo está escrito y creo que aún así habría discrepancias. Sin hablar por el resto de mis compañeros, en mi caso cuando hago una reseña intento describir lo que el libro me transmite y como está estructurado. En esto último si puede haber objetividad, pero lo que transmite a cada uno es diferente y eso origina opiniones dispares. Este autor en concreto parece que, o gusta mucho, o nada. Al firmar las reseñas intentamos no confundir al lector, pero aun así no puede haber uniformidad de opiniones, ni tan siquiera la hay entre los que formamos parte de ULAD.
En cualquier caso, siempre es bueno que haya debate y hasta los participantes del blog los tenemos entre nosotros.
Gracias por el apunte, y por comentar la entrada.
Saludos
Marc

Gabriel Diz dijo...

Marc, cómo estás?

Coincido con anónimo en que la disparidad de criterios es muy grande. Admitiría que pueda haber una discrepancia del tipo: está bien a muy recomendable pero de imprescindible a se deja de leer.......es demasiado. También me gustaría decir que calificar de imprescindible a Knausgard lo equipara en este blog, digamos, a "Memorias de Adriano" o a "En busca del tiempo perdido". Digo esto sin haber leído el libro, aclaro. También me pregunto como lector del blog: cuál criterio debo seguir para elegir libros? El de Marc? El de Santi? El de Koldo? Desestimo las calificaciones?

Saludos

Anónimo dijo...

Personalmente del que más me fío es de Santi. Después de Juan (elige libros muy rarunos que me gustan) y Francesc (le mata su aversión por lo escrito antes de 1950).

Saludos!

Carlos Andia dijo...

Seguro que me meto donde no me llaman, y donde además no debería meterme, pero bueno. Simplemente defiendo el derecho de los colaboradores del blog a opinar como les plazca. ULAD no tiene una opinión sobre un libro o un escritor, cada uno de nosotros comenta desde su punto de vista con absoluta libertad y entiendo que no tiene por qué haber una línea 'oficial' sobre nada. Además, para eso se inventaron las 'contrarreseñas', para contrastar opiniones muy directamente opuestas.

Saludos!

PD: Por cierto, Marc, repasa un poco los enlaces, que creo que te has comido alguno.

Gabriel Diz dijo...

A ver Carlos....tu cuanto le pones a Knausgard? :p

Koldo CF dijo...

También entro en la conversación.

Lo de las valoraciones es, hasta cierto punto, normal, sobre todo en algunos casos. Por un lado, hay autores que o amas o odias, que te encantan o te aburren, y ahí las valoraciones pueden diferir. Ejemplos los hay a patadas. Por otro lado, cada lector es un mundo y en nuestro caso los gustos son más o menos definidos, así que cada uno se fíe del que considere más afín a sus gustos.

En cuanto a mi única experiencia con KOK, lo voy a dejar en un "se deja leer". Eso sí, por la insistencia de Marc le voy a dar una segunda (y última) oportunidad.

Por último, mi ego está indignadísimo por no haber sido incluido en el TOP de "uladianos más influyentes". No os lo perdonaré jamás. Jamás!

Aun así, gracias por participar :)

Montuenga dijo...

Efectivamente. Si algún valor tiene este blog es, precisamente, la independencia de sus reseñistas. Y si no existen consignas oficiales lo más lógico es que haya discrepancias, habitualmente leves y algunas veces enormes, como en este caso. Como ya habeis dicho los que lleváis tiempo siguiendo el blog, cada uno sabe con quién de nosotros coincide más o menos. Además, es divertido desentrañar entre tanto argumento aquello que más nos convence en lugar de que nos lo den todo hecho, y creo firmemente que esas discrepancias añaden mucha más información que una opinión monolítica.
Por cierto, coincido con Marc en que habéis expuesto un asunto interesante que valía la pena debatir.

Gabriel Diz dijo...

Debería opinar Santi, no? ;)

Y falta ofenderse Montuenga.......aunque no debería porque la considero una guía importante en mis lecturas (que alcahuete!....jajaja)

Montuenga dijo...

¿?

Juan G.B. dijo...

Hola a todos: yo también me meto donde no me llaman... pero bueno, ahí está la gracia.
Por mi parte y no como cmiembro del blog, sino como kector del mismo, pienso que el mayor atractivo de Un Libro al día vonsiste (ademàs de la donosura y sex-appeal de quienes aquí escriben, claro) en la disparidas de gustos y criteriosby en que no hay ninguna directriz previa ni cortapisa para expresarlos. Otra cosa es que resulta comprensible que en casos como este en que los diferentes libros del mismo autor forman una unidad autobiográfica (¿cómo se titulará en Alemania, por cierto?) esa disparidad provoque alguna confusión. Pero en ese caso, acinsejo quw cada cual haga caso a su intuición. La mía, por ejemplo, me dice que no me acerque a estos libros ni von un palo.
Otea cosa: gracias al último anónimo, puesto que me tomo lo de "libros rarunos" como un elogio. Aunque en realidad muchas veces piebso que yo doy el màs mainstream dr todos nosotros, pero bueno, igual en eso está lo "bizarro" ; )

Juan G.B. dijo...

Ja, ja... lo de KOK mola! Propongo que Knause..Knausg... lo que sea, pase a llamarse de gorma oficial KOK, al menis en el blog

Santi dijo...

¡Muy buenas! Pues sí, este es un debate interesante, que creo que ya ha surgido alguna otra vez pero que, como buen debate que es, es inacabable.

Como ya han dicho otros compañeros, creo que la objetividad en un blog de reseñas no es posible, ni tampoco deseable. Lo que se puede exigir a una crítica literaria, creo yo, es que esté bien razonada y basada en una lectura cuidadosa del texto, pero a partir de ahí, una misma obra puede producir impresiones opuestas, y no hay una correcta y otra incorrecta.

No quiero decir que la crítica sea completamente subjetiva: se pueden analizar determinados elementos (el estilo, la trama, la estructura, los personajes, la coherencia interna, incluso el valor histórico o la posición ética o ideológica de una obra si queremos), pero el gusto o los intereses de cada uno siempre juegan un papel en la opinión de cada cual.

En el caso concreto de KOK, en ningún momento digo que escriba mal, ni que sus obras sean "malas". Lo que me pasó a mí al leer el primer volumen de "Mi lucha" es que esa saturación del yo en el texto, esa atención minuciosa y hasta maniática a todo lo que tiene que ver con el propio autor, me aburrió y me cansó soberanamente. Me pareció de un egocentrismo y de un solipsismo brutal, y las cosas que contaba, en general, no me interesaban lo más mínimo. Sobre todo, porque no es solo cosa de KOK: hay toda una vena ahora de literatura del yo que, por lo menos para mi gusto, está ya agotada. O a lo mejor soy yo el que está agotado, que para el caso viene a ser igual :P

Unknown dijo...

Cuando vi un imprescindible lo primero que me dije es ¿estos me están cargando? Luego busque los comentarios y veo que coincido con muchos.

El Puma dijo...

Aclaro, por si hace falta, que conocí a KOK aquí, en ULAD, leyendo alguna reseña anterior. Terminada la misma concluí que este autor no me interesaba nada de nada.

Estoy aquí comentando porque me sorprendieron los catorce comentarios previos en la reseña del día de hoy, que no leí, ya que como dije, el autor no me interesa nada de nada. Pero además despertó mi curiosidad la valoración de imprescindible.

Rico debate previo. Como debe ser, coincido con algunos más y con otros menos. Me encanta que ULAD no tenga un canon calificatorio y sí, ya se con quién coincidiré la mayoría de las veces en la calificación. No he encontrado aquí devotos de Sciascia y Camilleri como Juan y yo :-)

Carlos Andia dijo...

Por no dejar de contestar a Gabriel: pues no, no he leído nada de KOK (esto ya es definitivo), igual te lo olías ya. Leí el juego de reseña/contrarreseña anterior, y la verdad tampoco me parece nada apetecible -con permiso de Marc.

Salutífera polémica, rediez!

Marc Peig dijo...

Hola a todos. Veo que, a pesar de que es probable que no coincidamos en la valoración del autor de esta reseña y su obra, sí lo hacemos al remarcar la pluralidad de opinión de los integrantes del blog. Es cierto que KOK es un autor que puede gustar mucho o no interesar lo más mínimo. Probablemente tener una sola obra publicada (en múltiples tomos) que además trate sobre su vida ahuyente a más de uno. Es lógico y normal.
Es de agradecer que los comentarios de la entrada, siendo probablemente de lectores no interesados hacia KOK, hayan reconducido el debate hacia los gustos de cada uno y, tal como se ha indicado, tenemos gustos diversos y así se hace evidente en nuestras reseñas. En algunos caso coincidiremos más y en otros menos (lo mismo nos pasa a los integrantes del blog entre nosotros) pero probablemente esto abra un abanico para que todos encontréis valoraciones de los libros en los que estéis interesados e incluso alguno no previsto os despierte curiosidad lectora, que también se trata de eso.
Gracias a todos por comentar, debatir y hacerlo desde el respeto habitual.
Saludos
Marc

Juan G.B. dijo...

Pues al hilo de lo que comenta el amigo Puma (y sobre todo, con el ánimo de superar el récord de comentarios que tiene, si no me equivoco, la reseña de "Caballo de Troya"), aprovecho para señalar lo mucho que me han intetesado los libros de Sciascia con un componente màs autobiográfico ("Las parroquias de Regalpetra", "Negro sobre negro" o "Fuego en el alma", el libro de su entrwvista con Domenico Porzio), en contraste con lo poco wue me intetesa no ya el señor KOK sino toda la marabunta de sutoficcionados que nos acosa en los últimos tiempos. Ni siquiera me pregunto por qué.

Un libro al día dijo...

Aprovechamos para comunicar oficialmente que UnLibroAlDía no hace comunicados oficiales. Pues estaríamos apañados si ocho opiniones no son suficientes cualitativa y cuantitativamente para que quien nos lee se haga una idea. Porque en este caso las opiniones sobre Knausgard ya han sido representadas generosamente en los comentarios. Por el "precio" de una reseña, nuestros lectores disponen de un amplio ramillete de reacciones, muchas de ellas tan razonadas en sus planteamientos como la del entusiasta autor (que en algo sustenta su opinión pues nos consta que se ha zampado las cinco entregas publicadas en español o catalán). Así que insistiendo en la cuestión de que cualquier coordinación en este blog se limita a que no fallemos a las cuatro palabras que nos definen, todo lo demás este permitido mientras el respeto y la consideración prevalezcan.
Bueno, en un principio.

Francesc Bon dijo...

¿Pero qué es esto de KOK? No. Solo DFW y GGM se merecen ser reconocidos en el mundo literario por sus iniciales. No soy ni un ferviente admirador ni un hostil detractor del noruego. La muerte del padre me gustó pero no con la suficiente intensidad para tirarme encima de los siguientes tomos. No lo descarto, pero desde luego saber que en cuatro tomos hemos avanzado apenas un par de años, lo siento, no ayuda mucho. Leí el otro día que las ventas de la traducción al catalán arrancaron muy bien y se están desplomando conforme se avanza. Esto es una cuestión objetiva a analizar. No parece que pueda convencer a todo aquel que lo lee.

Marc Peig dijo...

Hola Francesc, compartiendo tu admiración por DFW, creo que mencionar a Knausgård por KOK corresponde más a un tema de comodidad al escribir que a otra cosa por lo que no te preocupes, creo que no crearemos escuela con eso (tampoco sería la intención). Respecto al avance en los cuatro años, no es tal: los volúmenes no siguen un orden cronológico y justamente éste acaba donde empieza el primero.
Seguiré atentamente lo que indicas acerca de las ventas aunque creo que los que ya nos habían leído los cuatro tomos anteriores también leerán éste en concreto porque si llegas aquí es porque te gusta (o porque te sobra tiempo o porque te faltan libros, o ambas cosas). Aún así, habrá que verlo. Por mi parte, me queda un solo volumen y, cueste o no de entender, lo echaré de menos cuando acabe ;-)
Saludos
Marc

Javier Ventura dijo...

Buenas noches a todos! Me siento impelido a comentar o más bien a defender, tanto a KOK (abreviado por comodidad...), como al amigo Marc, con cuyos gustos literarios me suelo identificar bastante a menudo,todo sea dicho de paso y aprovechando que recientemente se han manifestado las afinidades de los lectores del blog con los reseñistas.
Aunque sólo he leído "La muerte del padre", mi valoración es bastante favorable, toda vez que la leí a un ritmo imparable, y con sumo interés, lo cual siempre es cuanto menos de estimar en cualquier lectura. Si bien es cierto que luego me ha dado pereza continuar con la saga, no descarto retomarla en un futuro, pero no porque cuestione la calidad de la obra, que es muy correcta, sino porque siempre antepongo otras... muchos libros, poco tiempo.
Respecto a la valoración de imprescindible... no es más que una opinión. No se puede pretender que todos valoremos los libros del mismo modo, ni creo que ningún lector deba hacer caso de forma absoluta la opinión de ningún reseñista de este blog ni de ningún otro. Mejor contrastar, y mejor todavía leer y opinar uno mismo. No se me olvida un decepcionante que dio Santi al tambor de hojalata, una de mis novelas favoritas, y sin embargo he coincidido con él en su valoración de muchos otros libros.
Un saludo a todos, y que se generen muchos debates como éste, que es lo más enriquecedor de todo!

Anónimo dijo...

Todos sabemos que Santi odia a los alemanes y ama a los portugueses jejej

Gabriel Diz dijo...

Es genial que cada integrante de ULAD tenga un criterio, muy respetable, para calificar o etiquetar (como se quiera llamar). La pregunta es: KOK es imprescindible y Kafka es muy recomendable? Moehringer es imprescindible y Calvino muy recomendable? Lo escribo, por supuesto, porque no coincido para nada con el criterio.....Tal vez haya que repensar el tema de la valoración, no?

Marc Peig dijo...

Muchas gracias Javier Ventura por tu comentario, que comparto al cien por cien. Es cierto que habitualmente coincidimos en las valoraciones y eso es algo que siempre alegra a uno pues, en el fondo, a todos nos gusta coincidir con el resto respecto a aquellos libros que nos agradan (i también los que decepcionan). De ahí también viene el origen de este debate ;-)
Respecto al comentario de Gabriel, que comenta a menudo las entradas del blog lo cual es algo que agradecemos, le diría que creo que es muy difícil lograr la objetividad que pide, por lo expuesto en varios comentarios por los que formamos ULAD. Los gustos son dispares y el criterio respecto a la valoración de los mismos se basa en aspectos más o menos objetivos (calidad en la escritura, importancia a largo plazo, innovación, etc) como en los subjetivos (si lo que cuenta nos interesa, etc. pero, en resumen, aquello que nos transmite). Y si el aspecto objetivo podría conseguir algo de consenso, en el subjetivo me parece algo imposible.
Otra cuestión sería, ¿debemos valorar más los libros por el aspecto objetivo que por el subjetivo? Sinceramente no lo sé, ambos aspectos van ligados porque un libro mal escrito difícilmente gustará, y uno bien escrito puede que no te atrape por lo que cuenta.
Por todo eso, las reseñas las hacemos comentando ambos aspectos, y es el lector el que debe valorar él mismo, si lo que contamos les convence y si, también en base a lo que comentan el resto de participantes con sus opiniones, se interesan por el libro reseñado o esperan al del siguiente día ;-)
Saludos
Marc

Juan G.B. dijo...

Buenos días a todos:
Con permiso para ser algo cansino, voy a hacer otro comentario en esta entrada sobre KOK (yo lo pongo así porque me hace gracia, no por abreviar) que tantos comentarios está suscitando.
El último comentario de Gabriel sobre la disparidad de las valoraciones me ha recordado (quizás porque a mencionado a Calvino, que es uno de mis escritores favoritos) una reflexión sobre este blog que yo me he hecho alguns vez, pero creo que no he compartido nu ca. Entiendo lo que él dice e invluso coincido en la poca precisión del sistema de valoración (para mí a veces es una tortura, créeme)pero creo que su objección o la de cualquier otro de los seguidores del blog se basa en que ven el blog como un "blog de libros" en el que están reseñados y valirados libros más o menos conocidos, novedosos o clásicos y eso es lo que van buscando... salvo quizás el caso de algún reseñista que puede tener sus propios "fanses"... (no diré quién ).Yo, sin embargo, lo veo más bien como un "blog de lectores" en el que una serie de personas a las qye nos encanta leer comoartimos o han compartido en el pasado nuestras umpresines sobre esas lecturas. Las valoraciones, por tanto, han de ser fotzosamente subjetivas, como bien a comentado Marc, pero no sólo debido a la disparidad de criterios entre nosotros, sino a la disparidad que puede tener cada uno consigo mismo... En cualquier caso, yo creo que hay que tomarse las valoraciones como una indicación y no como una calificación cerrada y destinada a estsblecer un canon literario definitivo.
No me enrollo màs. Un saludo a todos.

Felirosi dijo...

Buenos días, leo con asiduidad diaria este blog y me suelen gustar los criterios, vamos que me suelo fiar y coincido. Pero en este caso me atrevo a discrepar ya que Knausgard no solo no me parece un escritor imprescindible, ni siquiera interesante. Me resultan incomprensibles las críticas en extremo laudatorias que desde numerosos medios se le adjudican, pero reconozco que no son pocas, algo debe tener que yo no veo. Al principio pensé en una inteligente operación comercial, pero parece que no, desde la independencia igualmente se le rinde pleitesía. Pero también recibe Knausgard palos tremendos, con este hombre no hay medias tintas, de diversos medios incluso desde blogs similares a este. Solo dejar testimonio que me parece un auténtico bluff, vamos lo que se dice un tostón, perdonen la dureza pero esa es mi impresión.

Marc Peig dijo...

Hola Felirosi. Gracias por dejar tu testimonio aunque sea para discrepar. Tal como indicas, parece que no hay medias tintas con el autor y eso también le da algo de valor adicional pues, en el arte, la indiferencia no sería deseable. Podríamos estar todos de acuerdo en la valoración de una obra pero, ni aún en las "grandes obras", creo que el consenso total estaría garantizado.
Si el autor despierta pasiones, en positivo o en negativo, y provoca debates tan interesantes como el que estamos teniendo con vuestros comentarios, al menos por eso ya vale la pena.
Saludos
Marc

Gabriel Diz dijo...

Hola Juan y Marc,

De acuerdo con Marc en que KOK ha generado un gran debate y eso es positivo.
Juan me ha dejado pensando con la idea del blog de lectores y eso también es positivo ;)

Saludos a los dos

Carmen dijo...

Estoy un poquito preocupada por Juan G.B. Y lo digo un poco en serio y un poco en broma, pero el otro día leí esta noticia y al ver sus mensajes me he acordado de ella...
http://dañoscerebrales.com/detectar-un-ictus-por-whatsapp/

Marc Peig dijo...

Gracias Gabriel. Al final, lo bueno de la literatura, es que coincidiendo o no en su valoración, consigue que saquemos algo positivo de ella ni que sea a consecuencia del debate que suscita.
Saludos
Marc

Anónimo dijo...

Carmen, yo he pensado lo mismo. O eso, o tiene los dedos muy gordos

Juan G.B. dijo...

Hola, Carmen y compañía:
Ante todo, gracias por preocuparte por mi salud; me congratula saber que al menos hay dos personas en el mundo que lo hacemos... lo del ictus, sin embargo, lo veo poco probable, aunque lo de la distextia, pues no te diría que no... Me tranquiliza, en todo caso, el hecho de que estos días me veo obligado a comentar desde el móvil, que resulta ser un Samsung Galaxy Young 2, en su momento (ahora no lo sé), uno de los modelos más pequeños del mercado. Mis dedos, por el contrario, son de los más gordos del mercado, como bien ha adivinado otro comwntarista.
En cualquier caso, pido disculpas por las dificultades que mi mala ortografía y sintaxis puedan haber añadido a la ya de por sí ardua tarea de leer mis comentarios y os doy a todos las gracias por vuestra paciwncia y comprensión
Lso dtesxicso tabmien semos preso as

Anónimo dijo...

Hola a todos. Pues yo no podría estar más de acuerdo con Marc...ha descrito a la perfección y punto por punto lo que este autor(que también me parece imprescindible) me transmite al leerlo, y creo que su reseña es brillante y muy necesaria después de la de Karl Ove Náusea...Por otro lado, tampoco entiendo que la gente se ofusque con la disparidad de opiniones. Este es un blog escrito por personas y cada una tiene una opinión distinta lo que, por otro lado, es de agradecer y muy positivo. En fin, seguid haciendo el buen trabajo que hacéis y acercándonos a la literatura de calidad, o no, depende de quien opine ;) Un saludo!

Marc Peig dijo...

¡Caray! Pues muchas gracias, Anónimo, por tus palabras y elogios. La verdad es que recibir comentarios de este tipo siempre animan a uno a seguir escribiendo y compensa con creces el tiempo y esfuerzo dedicado a realizar estas reseñas.
De nuevo, muchas gracias. Diría más, pero me temo que me he quedado sin palabras :-)
Saludos
Marc

Anónimo dijo...

Se podrá estar de acuerdo o no, pero cualquier elogio se queda corto ante tu reseña. Así que sí, sique escribiendo en este blog, que nos harás a todos un gran favor ;) Un saludo!

Marc Peig dijo...

Muchas gracias, Anónimo. Es un placer y un honor escribir en este blog y recibir comentarios como los tuyos. ¡Se agradece!
Saludos
Marc

Sol Elarien dijo...

Este blog está lleno de reseñas estupendas que dan buena idea de lo que te espera con cada libro, luego el lector es el que debe conocerse lo suficiente a sí mismo para saber si es una lectura que le encaje o no. Personalmente no me van las pajas mentales y los problemas de inmadurez, así que después de leer a Marc Peig sé que este no es un libro para mí, pero eso no significa que no tenga su público. De este blog he sacado lecturas maravillosas. Gracias.
Besos.

Marc Peig dijo...

Muchas gracias Sol por comentar esta entrada… y por hacerlo de forma habitual ;-)
Ciertamente la temática también influye en la decisión sobre si un libro puede gustar o no. Y en éste en concreto es algo crucial.
Gracias por elogiar el blog, se agradece.
Saludos
Marc

Anónimo dijo...

Un manchild cansino sobrevalorado por una manada global de tios cansinos. "Min kamp"... So EDGY, wow...

jose dijo...

Después de leer los comentarios sobre el comentario ( crítica) siento que cada uno esta en su derecho en escribir lo que piense al respecto. Lo que si siento al respecto de los comentarios
es que son descalificadores, más allá de lo literario. ¿Cómo es posible criticar sin siquiera haber leído la obra?. Como que se burlan del nórdico....

jose dijo...

por ser nórdico.

Victoria Cos dijo...

Coincido 100% con tu valoración y tu crítica. Entiendo también que Knausgard despierte amores y odios, aquellos que consideren su prosa como algo tedioso en el que la instrospección vertiginosa y reflexiva y la cantidad de páginas dedicadas a por ejemplo, preparar un almuerzo, les resulte pesado. Pero también, de esta manera, el autor logra llevarte de viaje con él, hacia su pasado, hacia sus recuerdos. Su escritura y su manera de narrar los detalles, el entorno, sus sentimientos, es tan envolvente que uno (o por lo menos yo) se pierde en su mundo y en su historia.
De todas maneras, quien llegó hasta este volumen conoce al escritor, su impronta y su manera particular de extenderse en los detalles.

Marc Peig dijo...

Hola, Victoria. Me alegro que coincidamos en la valoración, siempre me ilusiona ver fans de KOK :-)
Tal como apuntas, su escritura permite, y en mi caso consigue, que entendamos su forma de ver las cosas, casi entrando en su propia cabeza. El detalle en su cuotidianidad nos aproxima a él y facilita la empatía. Entiendo que no en todos los casos ocurre así, pero en aquellos lectores donde consigue tal efecto, la conexión es muy alta. E igualmente es comprensible que haya quien no conecte pues se trata de un autor con un estilo tan personal que es lógico que no agrade a todo el público y más teniendo en cuenta el volumen de páginas que supone el conjunto de su obra. Por tanto, afortunados aquellos que podemos disfrutar de las más de 3000 páginas (y encima nos quedamos con ganas de más).
Saludos, y gracias por comentar la entrada.
Marc

Anónimo dijo...

¡Hola! Soy una valiente que se ha leído los cinco tomos. Tengo que confesar que este último es el que más trabajo me ha costado de los cinco. Con este libro me han dado ganas de darle dos guantazos a Karl Ove por las meteduras de pata que ha cometido, me he alegrado por su primer éxito literario, y me ha dado mucha pena su relación con su padre. No sé hasta qué punto lo que relata es cierto; en cualquier caso, logra despertarme una variedad de sentimientos, que ya es bastante. Espero con ganas la sexta parte.

Marc Peig dijo...

Hola, Anónimo, bienvenido al club de los que han emprendido esta aventura literaria. Cierto es, en este volumen a KOK vienen ganas de atizarle y decirle que espabile, pero después de cinco libros, uno lo vive ya como si fuera un conocido más, con el que se sufre, se disfruta, y lo acompañas en una vida que, más o menos cercana a la realidad, es la que nos cuenta. Y lo hace de manera que parezca verosímil.
Espero también con ganas la sexta parte, que en realidad está compuesto de dos muy diferenciadas (y temo particularmente la que trata sobre Hitler, pero no me precipitaré a valorarla antes de leerla).
Saludos
Marc