jueves, 5 de octubre de 2017

James Ellroy: La Dalia Negra

Idioma original: inglés
Título original: The Black Dahlia
Año de publicación: 1986
Traducción: Albert Solé
Valoración: Muy, muy recomendable


Me voy a permitir comenzar con una boutade, que quizá no lo sea tanto: ojalá James Ellroy fuera vasco o español o al menos estuviese suficientemente interesado en el tema como para escribir una novela sobre el llamado "conflicto vasco" que nos espeluznara y maravillara por igual. Y, sobre todo, mandase a freír espárragos toda esa palabrería interesada y/o tramposa sobre la "batalla del relato".

Dicho esto, toca reconocer que tanto maravilla como repeluzno fue lo que consiguió el señor Ellroy hace treinta años con esta La Dalia Negra. Maravilla por lo bien escrita que está, claro; Ellroy consiguió con ésta una novela negra canónica, utilizando con maestría muchos elementos clásicos del género. El resultado, ya digo, es negro, negrísimo, como el culo de un chipirón... Pero espeluznante, además, porque a la tremenda escabrosidad de la historia que cuenta se le une el saber que está basada en un famosísimo caso real: el 15 de enero de 1947 apareció en un solar de Los Ángeles el cuerpo salvajemente torturado y despedazado de Elizabeth Short, una aspirante a actriz que la prensa bautizó como "La dalia negra". Pese a las muchas teorías y hasta curiosas atribuciones de culpabilidad, el caso sigue oficialmente sin estar resuelto y Ellroy lo aprovechó para construir a partir de él una de sus novelas sobre la culpa y el destino humanos, y sobre la culpa y el destino de su ciudad, (la irónicamente llamada) Los Ángeles. Quien se ocupa de la investigación en ella es Bucky Bleichert, un boxeador que entró en la policía huyendo de ser alistado para la guerra y que forma, junto a su compañero , el también ex-púgil Lee Blanchard y la pareja de éste, la fascinante Kay Lake, un triángulo sentimental que luego convierte en doble triángulo, trapecio o qué sé yo, que soy de letras...

Más allá de la trama detectivesca, sin embargo, La Dalia Negra es, sobre todo, la historia de una obsesión, personalizada en Bucky, pero a la que en su momento sucumbió toda la sociedad californiana y hasta estadounidense. También de la obsesión de James Ellroy, debido a su truculenta historia personal (quién no la conozca la puede leer en el apéndice de la edición de este mismo año de la novela o en otro libro, de título asaz significativo: Mis rincones oscuros). En su caso, pues, está claro que tiene la justificación suficiente e incluso la autoridad moral como para escribir sobre éste o cualquier otro crimen real que le dé la gana... La pregunta que me hago yo, supongo que por mi educación judeo-cristiana, es si como lector tengo derecho a disfrutar tanto de un libro que, después de todo, no habría sido posible sin el sufrimiento extremo de una persona, por más que ocurriese hace 70 años. Y como lector, la respuesta también no puede ser otra que sí: desde el momento en que un escritor se ha apropiado de la historia para elaborar una obra literaria, ésta pasa a ser dominio de la ficción y sólo a los dioses de la misma y a su escurridiza moralidad debemos rendir cuentas. 

En todo caso, si acabamos pagándolo en el Infierno, quizás sea con el señor Ellroy o, al menos, con sus libros (casi mejor).


Otros títulos de James Ellroy reseñados en Um Libro Al Día: Perfidia

12 comentarios:

Beatriz Garza dijo...

Maldito seas, me has convencido.
Mira que tenía pensado no tocar esa obra ni con un palo debido a las pésimas críticas que había leído sobre la película del 2006 dirigida por Brian de Palma. No leer una novela porque la película es mala tal vez no sea un buen argumento pero yo no estoy hablando de usar la cabeza si no las tripas y ya sabemos lo que pasa con esas cosas, en fin, que me desvío. El caso es que me apetecía leer algo genuinamente negro (no acostumbro) y ya veo por dónde voy a empezar.
Sobre si es correcto apropiarse de un espeluznante hecho real para hacer una novela: sí. Total, el hecho real ya ha sucedido. Lo que no es correcto es hacer una mala novela y parece que no es el caso.
Un saludo.
Beatriz

Interlunio dijo...

El doble triángulo puede ser un cuadrangulo, aunque también tiene posibilidades de quedarse en otro triángulo, sin más.
Trapecio vale mejor, aunque es menos justo que otros cuadrangulos que reparten la fiesta y las penas por igual.

Entusiasta reseña.

Juan G. B. dijo...

Hola a los dos:
Compañera Beatriz, yo no he visto la película, primero porque quería leer antes la novela y segundo...porque también había oído que era muy plof... (de todos modos, he de decir que al menos físicamente el casting de actores acierta bastante, creo yo). Si quieres leer novela negra güena güena de verdad, no lo dudes y lánzate a por Ellroy (esta u otra).
en cuanto al último punto que comentas, la verdad es que lo puse porque tuve la mala idea de buscar fotos reales del crimen y la verdad , si ya las descripciones son crudas, las imágenes ni te cuento.... entonces me atacó un cierto remordimiento como lector, pero tienes razón: si la novela es buena, no debería haber ningún dilema ético al respecto (incluso si es mala, supongo).
Interlunio, en efecto, cuandrángulo es quizás un término más correcto,. de hecho, la novela sigue ciertos cauces hasta que surge ese cuadrángulo-trapecio y entonces se desmadra un tanto, pero da igual, sigue siendo magnífica.
Un saludo a ambos y gracias por los comentarios!

Marcela dijo...

Hola Juan!
Ahora a leer al gran "Demon Dog of American Crime Fiction"
Saludos!

Juan G. B. dijo...

¡Ja, ja... le pega el sobrenombre, desde luego! No he visto el documental o lo que sea, pero lo intentaré ver... también he de decir que en aquella época, con pelo y bigote, el señor Ellroy impresionaba menos que ahora..; )
Un saludo y gracias por visitarnos

Gabriel Diz dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Gabriel Diz dijo...

Hola Juan me permito recomendar a Edward Bunker como escritor de policiales negros. Especialmente "No hay bestia tan feroz" de la cual hay versión cinematográfica y es buena aunque algo menos cruda que la novela. Tal vez fuese un escritor menor comparado con Ellroy pero nadie podía decirle que no sabía de lo que estaba hablando ;)

Paco dijo...

Una pregunta ¿Aparecen muchos personajes? En «perfidia» también de Ellroyhay muchos personajes(demasiados diría yo), y eso me complicó la lectura.
Saludos y enhorabuena por vuestro trabajo.

Juan G. B. dijo...

Hola:
Ante todo, debo confesar mi emoción por conversar nada menos que con Mazinger Z, que fue mi gran ídolo de pequeño y seguramente el único que he tenido nunca...
Dicho esto, te aclaro que en esta novel la estructura es más "convencional", más de novela policíaca de toda la vida 8lo que no significa que sea simple, claro). Sobre todo porque hay un investigador que lleva el peso de toda la pesquisa, a diferencia de "Perfidia", donde lo que había eran cuatro investigaciones paralelas. Además de que en ese otro libro el peso de la crítica política y la revisión de una época quizás mitificada en la Historia de EEUU es mucho mayor. "La Dalia" es una novela negra mucho más clásica (también es verdad que fue escrita casi treinta años antes y se nota). Pero vamos, las dos novelas son de lo más recomendable, sin duda.
Y... creo que aún no he contestado a tu pregunta: no, no hay tantos personajes y, sobre todo, hay menos "secundarios", me parece.
Un saludo , Mazinger y ¡puños fuera!

Anónimo dijo...

Tenia yo 22 años cuando vi un cuadro inspirado en La Dalia. Una imagen grotesca que no podía quitarme de la cabeza.
Una cosa llevo a otra y descubrí que había un libro.
Fue mi disparador para volver a enamorarme de la lectura y engacharme como nadie.

A esa edad llevaba años de soporífera lectura obligatoria y demasiados clásicos tempranos.
Vi LA Confidential antes de leer a Ellroy pero cuando Brian de Palma destrozó mi Dalia... En fin, flaco favor a la novela.
Espero que más lectores le descubran.

Juan G. B. dijo...

Hola, anónimo:
Pues yo no he visto la peli de Brian de Palma y casualmente ayer la daban en no sé qué cadena, así que la puse un rato a ver qué tal y la verdad es que...NO.
De Palma es capaz de lo mejor y de lo peor, desde siempre, y esa vez tocaba peor, por lo visto...
Un saludo y gracias por el comentario.

Anónimo dijo...

A vosotros x este fantástico blog!!!